LA CULTURA CHINCHA

La cultura Chincha

La cultura Chincha es una cultura arqueológica del Antiguo Perú, perteneciente al período Intermedio Tardío. Se extendió por los valles de Ica, Lima y Arequipa, aunque su centro político estuvo en el valle de Chincha. La cultura chincha fue conquistada por los incas durante el reinado de Pachacútec Inca Yupanqui e incorporada definitivamente al imperio durante el gobierno de Túpac Inca Yupanqui, hacia el año 1476. Chincha fue un señorío que mantuvo su importancia incluso durante la época inca. Es más, se cuenta incluso que el único señor que podía ir cargado tras la misma ceremonia que el sapa inca era el señor de Chincha. La población estuvo dividida entre la nobleza, encargada de los cargos administrativos, los sacerdotes y el pueblo, constituido por mercaderes, artesanos, pescadores y campesinos.

Religión

Chinchaycámac fue su dios principal y Urpy Huachay, que significa "la que pare palomas", fue su santuario que hace referencia a una huaca (diosa femenina) esposa de Pachacámac; creían que sus dioses provenían de esa isla. Sus palacios fueron santuarios y huacas.

Arquitectura

Los chinchas, al igual que otras culturas de la costa peruana, desarrollaron una arquitectura y utilizaron la técnica del « adobe » o tapial. Las principales edificaciones se encuentran en el valle de Chincha, Tambo de MoraLurinchincha y San Pedro, en donde construyeron centros administrativos ceremoniales.
Uno de los más conocidos es La Centinela (en Chincha Baja), cuya área es de 400.000 m2. Dentro de esta área hay viviendas populares, monumentos residenciales, templos piramidales, patios, calles, etc.

Economía

Sus principales actividades económicas fueron la agricultura, la pesca y, principalmente, el comercio. Aún más importantes que los caminos eran sus rutas de comercio marítimo, pues su tecnología en navegación les permitía llegar hasta los más extremos puntos del norte y sur.
Se sabe que llegaron incluso hasta Centroamérica, pues una de sus exportaciones claves eran las conchas Spondylus, propias de Ecuador y Perú, que fueron halladas en Centroamérica.
Sus grandes habilidades comerciales fueron tales que lograron a extender su influencia por todo el territorio inca antes de que este se convirtiera en imperio. Se cree que gracias a la influencia comercial de los chinchas, el quechua se hizo tan útil en los Andes.
Tuvieron el mérito de organizar un comercio triangular en el que ellos fueron el puente comercial entre la meseta de Collao, la costa central peruana y el norte del Ecuador. Por vía marítima, comerciaron entre el Cusco y el Altiplano. Los productos más codiciados de la sierra fueron: el charqui, la lana y algunos metales.
El poderío del rey Chincha, se midió por la cantidad de balsas que tenía. No existía en la época de desarrollo Chincha, señor o rey que ganara en esto al rey de Chincha. Se dice que tenía por lo menos una flota de ellas de unas 200, con las que comercializaba por todo el litoral del Mar de Grau, llegando incluso a Ecuador y Colombia por el norte, y Chile (puerto Valdivia) por el sur. Los productos chinchanos llegaron hasta el Caribe, lo cual debe ser cierto, por cuanto los chinchanos comercializaban sus productos en la desembocadura del río San Juan; de ahí comerciantes Chibchas lo llevaban por el curso del río San Juan hasta el mar Caribe. Los chinchas comercializaron: chuño, charqui de llama, lanas diversas, cobrepescado saladocalabazamaíz y huacos. Traían a Chincha: mullu o concha colorada (spondylus), esmeraldas y otras piedras preciosas.
Se cuenta que cuando Atahualpa Inca llegó a Cajamarca, en litera de oro, había otro señor que también llegó de la misma manera. Luego de la captura del inca, al interrogarle Pizarro preguntó por el señor de la otra litera de oro y el Inca, respondió: “…es el Señor de Chincha, importante porque tiene más de 200 embarcaciones para el comercio y es el más rico de todos mis súbditos”.

Rutas comerciales

Ya durante la conquista, Chincha fue motivo de peleas entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro, al tener la fama que se inició en Cajamarca con la captura del Inca Atahualpa.
Según un documento de la doctora María Rostworowski, en la población chincha había: “doce mil labradores o campesinos, diez mil pescadores y seis mil mercaderes, además de un número de plateros cuya mayoría estaba ausente…”.
Hecha la conquista del Reino Chincha por el Ejército Imperial Inca y para no estropear sus trueques, los chinchanos no ofrecieron resistencia a los ejércitos de Túpac Yupanqui y parece que así se estableció una relación amistosa entre ellos, cosa que según los mitos orales era común desde la épocas posteriores a Chavín. Debido al sistema de intercambio, durante los siglos XV y XVI, los chinchanos gozaron no sólo de riquezas, sino de prestigio por todo el Tahuantinsuyo.

Alfarería

Era decorada con pintura bicolor (blanco y negro) sobre fondo rojo,sus representaciones eran especialmente pequeños motivos geométricos imitando diseños textiles, otras veces fueron aves y peces.
Las formas más comunes son los cántaros ovoides con boca amplia, las tazas acampanadas, los platos con paredes verticales y base plana o convexa y los barriles horizontales con boca en la parte superior.
Destacan también los cuchimilcos o figurines; es decir, piezas que representaban generalmente a mujeres macizas con cabeza cuadrada y ojos de forma de gota con la punta hacia afuera. suelen llevar una incisión horizontal en la frente y un agujero en cada oreja, entre otros.

Metalurgia

Entre los objetos encontrados en las ricas tumbas están los llamados vasos narigones que representaban un rostro con nariz aguileña. Fueron hechos en oro,plata, aleación con cobre, y suelen estar acompañados por maíz, peces, serpientes o aves.

Escultura

Sobresalen las tallas en madera adornadas con figuras. Algunas de las tallas pueden haber sido timones de embarcaciones movidas con velas de tela. Otras serían instrumentos de agrícolas para cavar o arar la tierra . Hay también los que pareces remos, aunque sorprende que estén decoradas e incluso pintadas con azul, amarillo,rojo,verde y morado

LA CULTURA TIHUANACO

La Cultura Tiahuanaco 

Tiahuanaco
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Áreas de desarrollo de las culturas huari y tiahuanaco
Datos
Cronología:1580 a. C. - 1187 d. C.
Localización:Centro y sur de los Andes centrales. Partes de los actuales países de PerúBolivia y Chile.
La cultura Tiahuanaco, es una cultura arqueológica que se desarrolló en los actuales países de BoliviaPerú y Chile entre los años 200 a. C. y 1100 d. C. Su área de influencia, visible en objetos con una peculiar iconografía, comprende la cuenca del Lago Titicaca como región nuclear, desde donde se distribuye hacia los valles y costa del océano Pacífico por el oeste, la región del Chapare por el este y el altiplano boliviano meridional y el oasis de San Pedro de Atacama por el sur. Su capital y principal centro religioso fue la ciudad 

de Tiwanaku, ubicada en las riberas del río homónimo, pocos kilómetros al sur del lago Titicaca, en el actual departamento boliviano de La Paz.
Se cree que Tiwanaku obtuvo una serie de bienes y recursos de ecosistemas diferentes al del Titicaca a través del intercambio con diversas sociedades locales de regiones altiplánicas y vallunas , aunque también manejaron enclaves poblacionales en zonas como Moquegua (sur del Perú) y, posiblemente, Cochabamba en los valles orientales bolivianos. El sitio de Tiwanaku se caracteriza por una amplia infraestructura ceremonial que atestigua prácticas religiosas muy complejas. Su arquitectura y escultura presentan una iconografía muy estandarizada que sugiere el desarrollo de depurados sistemas de pensamiento, difundidos a través de objetos más ligeros como cerámica y textiles.
Precisamente estas dos formas de expresión material son las que encuentran mayor perfección técnica, siempre sujeta a cambios cronológicos y sobre todo a variación espacial. SI bien inicialmente se pensó que la cerámica más tosca de Tiwanaku sería la más tardía o "Decadente", el hallazgo en el año 2006 de más de cuatro centenas de piezas cerámicas de gran perfección y colorido en la isla de Pariti, en la porción menor del Titicaca, datadas por radiocarbono en el 1000 d.C., permite discutir esta idea. Así, todavía se discute el significado de la variedad cerámica de Tiwanaku. Existe una notable variedad entre zonas de la propia cuenca del Titicaca, por no mencionar los estilos derivados de Tiwanaku en zonas como Azapa (Chile) o Cochabamba (Bolivia). Tiwanaku también destacó en el arte textil con predominio del uso de lana de camélidos andinos, generando tapices polícromos sumamente complejos observables en zonas secas como el norte de Chile o el altiplano boliviano meridional. Usaron ampliamente la tecnología del bronce, destacando su uso en la arquitectura ceremonial de piedra en forma de grampas de sujeción. Otros materiales trabajados por Tiwanaku o por regiones sujetas a su influencia ideológica fueron ornamentos de oro laminado y plata, tallas de madera, objetos de hueso pirograbado, cestería y cuentas de collar en piedras semipreciosas, hueso y concha.
El primer europeo en describir los restos arqueológicos de Tiwanaku fue el cronista español Pedro Cieza de León en el siglo XVI. Sin embargo, las visitas de estudiosos al sitio se dieron mayormente desde el siglo XIX, con personajes como Alcide D'Orbigny, Ephraim Squier, Charles Weiner, y posteriormente arqueólogos más formales como Alphonse Bandelier o Max Uhle, ya a comienzos del siglo XX. Posteriormente, el arqueólogo aficionado Arthur Posnansky estudió la zona planteando diversas teorías, sumamente especulativas, sobre los orígenes y desarrollo de Tiwanaku. Durante el siglo XX destacaron los estudios del estadounidense Wendell Bennett en la década de 1930; el boliviano Carlos Ponce Sanginés entre los años '60 y '80; y los estadounidenses Alan Kolata, David Browman y Marc Bermann, así como los bolivianos Juan Albarracín-Jordán y Sonia Alconini, en los años '90. En el presente siglo destacan los aportes de los estadounidenses John Janusek, Charles Stanish, Nicole Couture, Deborah Blom y Alexei Vranich; el finlandés Antti Korpisaari; y los bolivianos Claudia Rivera, Jédu Sagárnaga y Juan Villanueva.








LA CULTURA PARACAS

La Cultura Paracas
La cultura paracas o cultura de Paracas es una cultura arqueológica del Antiguo Perú originada a finales del periodo formativo superior, alrededor del 500 a. C. alrededor de la península de Paracas. La península en cuestión se sitúa entre los ríos Ica y Pisco en el actual departamento de Ica. Desde aquel punto de partida, los paracas lograron dominar aproximadamente desde el rió Cañete, al Norte hasta Yauca, al Sur, teniendo como centro a la ciudad de Ica.
Los expertos discuten sobre una filiación con la cultura de Chavín, una de las más antiguas del Perú, pero el origen de la cultura de Paracas es todavía un misterio, aun para los arqueólogos. Se dice también que fue una cultura de “amortiguamiento” entre la cultura de Chavín y la cultura de Tiahuanaco
DESCUBRIMIENTO DE LA CULTURA PARACAS
El descubrimiento de la cultura de Paracas lo hizo el célebre arqueólogo peruano Julio César Tello en 1925 al descubrir restos paracas en cavernas. Toribio Mejía Xesspe descubre las necrópolis de los paracas en 1927. Durante 20 años, estos y otros arqueólogos se dedicaron al conocimiento en profundidad de esta cultura, a través del estudio de numerosos sitios. Sus trabajos más importantes consisten en las excavaciones de patrones funerarios paracas. Son estos que, gracias a su riqueza en textiles, darán la topología, usada hasta hoy de la historia de la cultura paraca. Entre los años 1923 y 1925, Tello tuvo la oportunidad de visitar la península en repetidas ocasiones, dándole así la oportunidad de descubrir una necrópolis que contenía más de 400 momias con sus envoltorios funerarios.

HISTORIA DE CULTURA PARACAS.
A finales del Período Formativo Superior (500 a.C) florece en la Península de Paracas una cultura extraordinaria por su gran aporte a la tradición textil peruana. En 1925, el arqueólogo peruano Julio C. Tello descubre en los cementerios de Cerro Colorado y Cavernas cuatrocientos veintinueve fardos funerarios, muchos de los cuales contenían hasta dieciséis mantos además de esclavinas, turbantes, paños y demás adornos de uso personal. Tello, con base en el patrón de enterramiento, divide a la cultura Paracas en dos épocas. Los tejidos Cavernas se caracterizan por ser de tipo geométrico y rígidos, predominando la técnica de doble tela.
En ellos existe aún una fuerte geometrizados con cabellos serpentiformes. Los tejidos Necrópolis, en cambio, presentan mayor maestría y delicadeza en los diseños debido a que eran bordados, lo cual permitía obtener hermosos motivos y creaciones llenas de color.
Se representa personajes sosteniendo báculos o cabezas trofeo con fajas que atan a su cintura y se transforman en serpientes bicéfalas, con tocados rematados en un cuchillo ceremonial, nariguera, bigotera, etc. En segundo orden, destacan los diseños naturalistas tomados tanto de flora y fauna tales como: serpientes, aves, felinos, peces, frutos, flores, etc. A esta época corresponden los mantos ceremoniales que se caracterizan por presentar una tela llana base sobre la cual se bordan 






LA CULTURA CHAVIN

La Cultura Chavín

La cultura Chavín es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se desarrolló durante el Horizonte Temprano. Tuvo su centro de desarrollo en Chavín de Huántar que está ubicado a 2 km del río Mosna y Huachecsa , en el actual departamento de Áncash.
Vista frontal del castillo en el sitio arqueológico 
Tradicionalmente, el desarrollo histórico de Chavín se considera como un “horizonte cultural” debido a sus influencias artísticas y religiosas presentes en otras culturas contemporáneas a ella. Gran parte de aquel desarrollo histórico corresponde al Periodo Formativo específicamente al Formativo Medio y al Formativo Superior que tiene como características la intensificación del culto religioso, la aparición de la cerámica estrechamente relacionada a los centros ceremoniales, la intensificación del cultivo del maíz y la papa, el perfeccionamiento de las técnicas agrícolas y el desarrollo de la metalurgia y la textilería.
Fue el arqueólogo Julio César Tello (conocido como el «padre de la arqueología peruana») quien la descubrió y consideró como la "cultura matriz" o "madre de las civilizaciones andinas", sin embargo descubrimientos recientes sugieren que la civilización de Caral ―del periodo Precerámico Tardío― es más antigua que Chavín.
Tello planteó que la cultura chavín fue de origen amazónico debido a las múltiples representaciones de la iconografía selvática en sus manifestaciones artísticas, especialmente en la cerámica. En su máximo apogeo Chavín de Huántar, centro principal chavín, actual Patrimonio Cultural de la Humanidad, fue un importante centro ceremonial y centro de irradiación cultural cuya influencia se extendió por gran parte de la costa y sierra de los andes peruanos.



LA CULTURA CHINCHA

La cultura  Chincha La cultura  Chincha  es una  cultura arqueológica  del  Antiguo Perú , perteneciente al período  Intermedio Tardío . ...